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Viajará con estilo a bordo de un barco de madera, utilizado tradicionalmente por los pescadores de la zona
La bahía de Kolocep es ideal para un refrescante baño, gracias a todo el paisaje isleño que la rodea
Hay tiempo para relajarse o darse otro chapuzón en las doradas arenas de la playa de Sunj.
Puede sumergirse en una resplandeciente cueva marina excavada en acantilados de piedra caliza en Blue Cave
Su capitán se crió en las islas Elafitas y conoce los mejores lugares...
Zarpe de Lapadskaa Obala para una escapada de medio día por las islas Elafitas. Navegarás en un leut, un barco pesquero tradicional de madera, con tu capitán, un auténtico lugareño que conoce cada cala y rincón secreto de estas aguas como la palma de su mano. Según él, "las islas Elaphite están llenas de tesoros ocultos, y yo conozco cada rincón".
Mientras se desliza sobre el Adriático, puede sentarse con una copa de vino, una cerveza fría o un refresco, navegando hacia su primera parada: la bahía de Kolocep. Tendrá tiempo de refrescarse con un chapuzón en el mar antes...
Zarpe de Lapadskaa Obala para una escapada de medio día por las islas Elafitas. Navegarás en un leut, un barco pesquero tradicional de madera, con tu capitán, un auténtico lugareño que conoce cada cala y rincón secreto de estas aguas como la palma de su mano. Según él, "las islas Elaphite están llenas de tesoros ocultos, y yo conozco cada rincón".
Mientras se desliza sobre el Adriático, puede sentarse con una copa de vino, una cerveza fría o un refresco, navegando hacia su primera parada: la bahía de Kolocep. Tendrá tiempo de refrescarse con un chapuzón en el mar antes de dirigirse a la playa de Sunj, famosa por su suave arena dorada y sus aguas tranquilas y poco profundas, perfectas para tomar el sol o darse otro baño si le apetece. Por el camino, descubrirá calas escondidas y rincones secretos que sólo los lugareños conocen.
La última parada es la Cueva Azul, una maravilla natural excavada en los acantilados de piedra caliza de la isla de Kolcep. Formada a lo largo de miles de años por el choque de las olas, la entrada es baja y estrecha. Pero, una vez dentro, se abre en una cámara resplandeciente de luz azul. La luz del sol se filtra a través de una abertura submarina, reflejándose en el blanco lecho marino y bañando la cueva con un resplandor de otro mundo: un lugar de baño surrealista para rematar el día.
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